El presidente del “no hay plata” destinó, sólo en concepto de combustible para el avión presidencial, U$D 163.000 del Tesoro Nacional. El viaje no tuvo reuniones oficiales y ni siquiera estuvo presente la golpista María Corina Machado quien llegó un día después de lo previsto.

A principios de diciembre, el Presidente Javier Milei y su hermana viajaban a Noruega para la fallida ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz . Machado no llegó a tiempo así que los hermanos volvieron a Buenos Aires con las manos vacías y el costo a cargo de los argentinos.

La cifra reportada no incluye otros gastos logísticos esenciales, como los viáticos de la comitiva, las tasas aeroportuarias, ni tampoco el costo por el estacionamiento de la aeronave en el aeropuerto de la capital noruega.

Durante su estancia, la delegación argentina se alojó en el exclusivo Grand Hotel Oslo.

El Gobierno de Javier Milei, quien ha recortado en sus dos años de mandato fondos en ayudas sociales y discapacitados, entre otros sectores, y suele hablar profusamente de la necesidad de ser austeros y recortar gastos de la función pública, aún no ha informado oficialmente los costos derivados del hospedaje y otros consumos realizados por los funcionarios durante el viaje diplomático.

Austeridad y vuelo comercial

Javier Milei podría haber viajado en un vuelo comercial directo, sin escalas,  y el costo total para los dos pasajeros hubiera sido inferior a los U$S13.000 en clase ejecutiva; es decir, U$S150.000 menos de los gastados solo en combustible para el avión presidencial. Un nada despreciable ahorro, si se tiene en cuenta la necesidad imperiosa de dólares que persigue tanto al Presidente como a su ministro Luis Caputo, que próximamente deberá hacer frente a pagos de deuda con plata que no tiene.